Sobre el barrio
Santa Rita se debate entre el barrio de “mundo aparte” que se percibe en sus pasajes (Pernambuco, Caraixaville y La Calandria, por ejemplo) y el vértigo de sus calles que conectan directamente con arterias importantes, como Avenida San Martín o Rivadavia, o columnas vertebrales hacia los puntos más heterogéneos de la ciudad, como las avenidas Gaona, Nazca, Álvarez Jonte y Juan B. Justo. Cuando esa efervescencia se apaga Santa Rita vuelve a ser el lugar de perfil bajo en el que el aroma de los árboles refresca el aire de las veredas. Abundan las casas bajas tipo chalet y los edificios de no más de ocho pisos con la excepción de una torre. Pero el mayor atractivo son las calles donde las ex viviendas obreras fueron recicladas.